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Nuestra historia

Fundación Luxemburgo

La Fundación Luxemburgo de Curicó es una entidad sin fines de lucro que tiene sus orígenes en la Sociedad Casas Luxemburgo Ltda., fundada por el sacerdote luxemburgués Louis Letsch en el año 1990.

El padre Letsch llegó a Chile en 1971 y se incorporó al Equipo de Pastoral Rural Curicó Valle, con sede en la parroquia de Teno. A través de su trabajo pastoral en las zonas rurales, el padre Letsch fue testigo de las difíciles condiciones de vida de las familias campesinas, especialmente en lo que respecta a la vivienda.

Motivado por su compromiso con el desarrollo social y el bienestar de estas comunidades, el padre Letsch fundó la Sociedad Casas Luxemburgo Ltda. en 1990. El objetivo de esta iniciativa fue construir viviendas dignas y accesibles para las familias campesinas, mejorando así su calidad de vida y promoviendo su desarrollo integral.

Con el tiempo, la labor de la Sociedad Casas Luxemburgo Ltda. fue creciendo y ganando reconocimiento en la zona de Curicó. Se construyeron numerosas viviendas y se estableció una sólida red de colaboradores, voluntarios y aliados que se sumaron a la causa.

En el año 2001, la Sociedad Casas Luxemburgo Ltda. dio paso a la creación de la Fundación Luxemburgo de Curicó. Esta fundación amplió su alcance más allá de la construcción de viviendas y se enfocó en promover el desarrollo comunitario integral, implementando proyectos educativos, sociales, productivos y ambientales.

La Laguna

Un pequeño grupo de personas da vida a la Aldea La Laguna, con vida y esperanza, se alzaron los corazones valientes, por la superación.

Príncipe Guillermo

La Aldea Príncipe Guillermo, resurge entre los campos de Curicó, como hogar de valientes corazones y sueños inquebrantables.

Sacerdote y Misionero Luxemburgués

Louis Letsch, originario del mundo rural de Luxemburgo, llegó a Chile el 12 de junio de 1971. Desde entonces, se ha desempeñado en el Equipo de Pastoral Rural Curicó Valle, con sede en la parroquia de Teno.

Después del devastador terremoto de 1985, Letsch se vio inspirado por la necesidad de brindar viviendas adecuadas a las familias campesinas afectadas. Así, surgió la idea de construir casas para estas comunidades.

Con gran dedicación y esfuerzo, Letsch lideró iniciativas para recaudar fondos, obtener materiales y organizar voluntarios para llevar a cabo la construcción de las casas. Su visión fue no solo proporcionar viviendas seguras, sino también promover la dignidad y mejorar la calidad de vida de las familias campesinas.

El trabajo de Letsch ha dejado un legado significativo en la comunidad de Curicó. Su compromiso y espíritu solidario han sido reconocidos y apreciados tanto por las personas beneficiadas como por aquellos que han tenido la oportunidad de colaborar con él en estos proyectos sociales.

La labor de Letsch demuestra cómo una persona con determinación y empatía puede marcar una diferencia positiva en la vida de los demás, especialmente en momentos de crisis y necesidad.

La Fundación Luxemburgo de Curicó ha continuado su labor a lo largo de los años, impactando positivamente en la vida de las personas y comunidades más vulnerables de la región. Su enfoque se basa en valores cristianos, solidaridad y respeto por la dignidad humana.

La historia de la Fundación Luxemburgo de Curicó es un testimonio del compromiso y la dedicación del padre Louis Letsch y de todos aquellos que se han sumado a esta causa. Su trabajo ha dejado un legado duradero de apoyo, desarrollo y esperanza para las comunidades rurales de Curicó.

«El amor y la compasión son los pilares fundamentales de nuestra fe y deben reflejarse en nuestras acciones hacia los demás»

Louis Letsch